Apenas iniciada la vida republicana, las autoridades prohibieron arrojar agua durante los juegos de carnavales. En 1822 los infractores eran sancionados con un mes de cárcel

Investigación ÍTALO SIFUENTES ALEMÁN
PERÚ BICENTENARIO
Han pasado casi 200 años de emitido este decreto contra los desórdenes en los carnavales en el Perú, y debido a que lo estipulado hasta ahora se incumple podría volver a ser publicado en el cuadernillo de las normas legales sin necesidad de variar una línea de su contenido. Poco menos de dos siglos transcurridos, el tiempo no ha modificado nada. ¿O sí? La pregunta es válida en cualquier estación del año.
El decreto fue dado en Lima el 16 de febrero de 1822, en el Palacio del Supremo Gobierno ubicado en la capital de la naciente república peruana. Fue rubricado por José Bernardo de Tagle (conocido como Torre Tagle), Supremo Delegado del Perú, es decir la máxima autoridad entre los peruanos de esa época.
Para Torre Tagle se entendía que una ciudad con gente ilustrada como lo era Lima, no podía seguir con “la bárbara costumbre de arrojar agua en los días de carnaval”, ello porque era contrario a su “dignidad y decoro”.
Pese a que se condenaba con un mes de cárcel a quienes arrojaban agua durante los días de carnaval, el juego ha proseguido desarrollándose en todo lo que el país lleva de vida republicana, ello sin contar que su práctica data de los tiempos virreinales.
Transcribimos y presentamos aquí por vez primera el tenor de este decreto para conocimiento de los ciudadanos:
“He acordado y decreto:
1° Queda prohibida como contraria a la dignidad y decoro del pueblo ilustrado de Lima, la bárbara costumbre de arrojar agua en los días de carnaval, junto con los demás juegos impropios que se usaban en ellos.
2° Los infractores serán arrestados en el acto, y conducidos a la cárcel por un mes. El presidente del departamento cuidará la observancia de este decreto, y los jueces de cuartel, comisarios y decuriones pedirán auxilio a cualquier cuerpo de guardia inmediato, si lo necesitasen, para llevarlo a efecto.
Publíquese por bando, e insértese en la gaceta oficial.
Dado en el Palacio del Supremo Gobierno en Lima el 16 de febrero de 1822
Firmado, Torre Tagle”.