Jurista patriota salvó al cacique Pedro Cimbrón de la condena a muerte que sufrió Túpac Amaru II

Convencido de sus sólidos argumentos de defensa, durante la causa denunció: “el corregidor que ha sido el juez manifiesta en sus mismos informes, que ha inclinado mucho el fiel de la balanza, que debía mantener en equilibrio, hacia la ruina del enunciado cacique, a la que propende con demasiado ardor como lo indican suficientemente sus mismas expresiones”.

Investigación Ítalo Sifuentes Alemán 04/07/2022

Profesor de derecho, miembro de la Real Audiencia de Lima y Protector de Indios, el juez José Baquíjano y Carrillo en 1781 actuó de abogado defensor de la causa que, a finales del virreinato, se abrió en contra del desamparado Pedro Cimbrón, cacique del rico repartimiento de Checras, en las alturas de Chancay. La causa fue impulsada, nada menos, que por el visitador José de Areche, quien lo acusó de generar alborotos y de difundir ideas para que los lugareños dejen de tributar a la Caja Real de Lima y, de este modo, afectar la administración de Agustín de Jáuregui, virrey del Perú de 1780 a 1784.

                Areche, de 1777 a 1785, a nombre de los reyes católicos era visitador en el Virreinato del Perú, período en el que cometió diversos atropellos contra los antiguos peruanos. En 1781, el 21 de mayo, en Cusco había promovido la ejecución de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, y de casi toda su familia por organizar la gran rebelión contra el imperio español.

                Cinco meses después de ese abuso cometido contra los peruanos, Areche el 5 de octubre de 1781 en Lima no solo acusó a Pedro Cimbrón de atentar contra la economía del virreinato sino que, arbitrariamente, decidió privarlo de su cacicazgo y de su empleo como gobernador del estratégico repartimiento de Checras, ubicado a 3.743 metros sobre el nivel del mar. En 1776 en el virreinato se había aumentado los impuestos y creado otros, generando que los caciques y los criollos muestren su disconformidad y rechazo, ello mientras el virrey Agustín de Jáuregui mostraba toda su complacencia.

                En las tierras de Checras, que actualmente pertenecen a la provincia de Huaura, se criaba el ganado y crecían las papas y otros productos con que se alimentaba a los habitantes de Lima y sus cercanías. Su valle era cultivado desde tiempos prehispánicos y, a partir del siglo XVI, en las cercanías del pueblo, se construyó una hermosa iglesia (el lugar había sido evangelizado casi apenas iniciada la invasión española). Sus habitantes trabajaban bajo el explotador sistema de la mita. 

                En noviembre de 1781, la sentencia de Areche contra dicho cacique fue notificada al abogado Francisco Moreno, “fiscal de esta Real Audiencia y Protector General de los naturales” que, para entonces, había reemplazado en el cargo a Baquíjano y Carrillo, quien durante la defensa legal no solo logró librar de los cargos a Cimbrón sino que consiguió que, nuevamente, se reconozcan sus derechos como cacique de Checras. Fue una defensa legal limpia e histórica que ha pasado desapercibida. La copia de este documento judicial se encuentra en el Archivo General de Indias.

                El escrito, con la defensa de Baquíjano y Carrillo al cacique Cimbrón, está fechado en Lima el 15 de mayo de 1781, documento a través del cual este abogado pidió a la Superintendencia General tome el caso “con equidad que encargan las leyes y que exige la falta de dolo y malicia que se hace bien perceptible en el reo y que, al mismo tiempo, ordene se borren y testen las desacatadas expresiones que se vierten en el informe” legal.

                Baquíjano y Carrillo, convencido de sus sólidos argumentos de defensa, denunció durante la causa: “el corregidor que ha sido el juez, manifiesta en sus mismos informes, que ha inclinado mucho el fiel de la balanza, que debía mantener en equilibrio, hacia la ruina del enunciado cacique, a la que propende con demasiado ardor como lo indican suficientemente sus mismas expresiones…”.

                El abogado Baquíjano y Carrillo que, en esa fecha contaba con treinta años de edad (Lima, marzo de 1751), refirió a manera de remate lo siguiente: “Los motivos de encono que han tenido los sujetos que, por odio y venganza, promueven su persecución”, evidenciando de esta manera la maquinación del funcionario Areche para arruinar al cacique Pedro Cimbrón, quien finalmente quedó libre de los cargos.

                El doctor José Baquíjano y Carrillo, quien por sus años de lucha ideológica a favor de la independencia nacional, es considerado uno de los grandes patriotas peruanos. Murió en 1817, es decir cuatro años antes de la proclamación de la libertad nacional (28 de julio de 1821). Fue uno de los abogados más respetados y queridos del Perú de finales del siglo XVIII y principios del XIX. 

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